¿Quienes Somos?
El Observatorio Iberoamericano de la Democracia es una respuesta seria, reflexiva y de largo aliento a un momento de transición global, que no es exclusivo de la experiencia iberoamericana, y en el que las causas de la crisis de cambio de la experiencia democrática no son patrimonio exclusivo de sector político o ideológico alguno.
El fenómeno de la globalización en curso, visto desde la perspectiva de la democracia y de su preservación en el orden interno de los Estados, suscita dos tendencias ambivalentes cuya resolución extrema, en uno u otro sentido, hace peligrar el clima de libertades, el aseguramiento universal de los derechos humanos y el sostenimiento del Estado de Derecho, tal y como las hemos entendido hasta nuestros días. Unos afirman que dicho fenómeno o proceso atenta contra la idea del autogobierno del pueblo y que la misma noción de la democracia se opone, así, a toda forma de injerencia o sobre posición externa de las élites globales; y quienes estos afirman, en contrapartida, intentan recrear la realidad internacional del período anterior a los dos guerras mundiales del siglo XX. Otros, por el contrario, advierten que el repliegue hacia lo autóctono y el enclaustramiento doméstico: las “patrias de campanario” de las que hablara Miguel de Unamuno en 1901, sea por alegadas razones de soberanía o de seguridad, ora de preservación cultural, nacional o religiosa, afecta el pluralismo que es esencia de la democracia; pues a la propósito de aquél se rechaza al extraño mediante la fragmentación de los espacios políticos, la promoción de la intolerancia, y la exclusión de lo extranjero.
El espacio social y político, interno e internacional es, por ende, propicio para el tráfico de las ilusiones
El espacio social y político, interno e internacional es, por ende, propicio para el tráfico de las ilusiones, en otras palabras, para la instalación en la coyuntura de los imaginarios, de los mesianismos, de los populismos, del personalismo autoritario en otras palabras, y lo que es más grave, facilita la manipulación de la democracia por los enemigos de la democracia, con vistas al vaciamiento de sus contenidos permanentes y mediante el uso de los mismos mecanismos que provee la democracia.
¿Que Somos?
El Observatorio Iberoamericano de la Democracia, es una asociación civil no gubernamental que adquiere personería jurídica con la Resolución IGJ/No. 000468 de la Inspección General de Justicia del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina, dictada el 27 de junio de 2007; y la integran un conjunto de académicos e intelectuales, docentes e investigadores, y hombres con formación de Estado o experiencia institucional en la defensa de la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho.
En lo particular, de acuerdo con sus estatutos, el Observatorio tiene como objeto vigilar, controlar y analizar desde la sociedad civil y en sede de la opinión pública los procesos y experiencias democráticos; reflexionar sobre las vías y medios que permitan la instalación de la democracia allí donde no existe o su reconstitución donde se ha deteriorado, o favorecer su sostenimiento y defensa donde se encuentra radicada; y al efecto, busca reforzar la solidaridad iberoamericana e internacional a favor de aquélla, del Estado de Derecho, y del respecto, garantía y tutela efectiva de los derechos humanos.
Instalación o reconstitución de la democracia allí donde no existe o se ha deteriorado
¿Dónde y cuándo actuamos?
El Observatorio Iberoamericano de la Democracia, en sede académica como deliberativa, sin constituirse en una ONG receptora y tramitadora de denuncias, tiene entre sus propósitos investigar, conocer y analizar las situaciones que comporten eventuales violaciones o el deterioro de los estándares de la democracia reconocidos internacionalmente, así como verificar sus causas y consecuencias dentro de la comunidad iberoamericana de naciones.
Es su propósito recomendar a sus sociedades civiles y políticas la adopción de las soluciones, medidas necesarias o iniciativas que permitan la modificación de las tendencias que inciden negativamente sobre sus respectivas experiencias democráticas; y cooperar con ellas a fin de que procuren el fortalecimiento de los elementos esenciales de la democracia – derecho humano de los pueblos – como de los componentes fundamentales de su ejercicio.
Para sus cometidos, el OID sigue de cerca las enseñanzas de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos acerca de la democracia, en interpretación sea de la Convención Americana de Derechos Humanos, sea de la Carta Democrática Interamericana como exégesis auténtica de la anterior. Analiza igualmente los criterios de la Corte Europea de Derechos Humanos y las opiniones de la Comisión de Venecia, entre otras fuentes normativas e institucionales. No obstante, atendiendo el criterio de la progresividad interpretativa, hace valer su juicio crítico y no dogmático acerca de las mismas enseñanzas, con vistas a su perfectibilidad y sobre todo para su efectividad operativa en el nuevo contexto histórico y sociológico global sobre las que deben desplegarse.